Todos conocemos las propiedades relajantes a nivel muscular que nos aporta el calor, por ejemplo la clásica manta eléctrica cuando nos duelen las lumbares.

Las piedras calientes tienen la propiedad de conservar el calor y trasmitirlo directamente al músculo, esto, combinado con la firmeza de la piedra a través de la fricción controlada, del masaje, favorece la relajación muscular.

El sistema nervioso también es beneficiado, ya qué, el confort que nos aporta el calorcito en estado de relajación nos induce al sopor y por ende, a la relajación del sistema nervioso.

Y como si esto fuera poco, a estas piedras se les atribuye propiedades magnéticas que favorecen el equilibrio energético, movilizando la energía y armonizando los centros energéticos (chakras).

Precio del servicio: 55€, 70 min (Espalda y piernas)